IQV es una empresa con una clara vocación agrícola enfocada a la síntesis de sales cúpricas y a la fabricación, envasado y comercialización de productos fitosanitarios. La cercanía con sus colaboradores, clientes y agricultores les ha permitido mantener una visión muy cercana de las necesidades del mercado, creando más de 450 registros fitosanitarios y posicionándose en más de 60 países. Este saber hacer les ha convertido en líderes a nivel mundial en la producción de fungicidas cúpricos y en uno de los mayores referentes en fungicidas a base de metalaxil.
Los orígenes de IQV se remontan a 1935 como empresa familiar establecida en Mollet del Vallés (Barcelona) y dedicada a la producción de Sulfato de Cobre. En 1968 lanza el Caldo Bordelés Vallés, su primer producto de marca propia con venta directa al mercado y del que actualmente son el primer productor mundial. Años más tarde, inician la producción y formulación de otros dos de los principales compuestos de Cobre más usados en agricultura: el Oxicloruro de Cobre, en 1973, y el Hidróxido de Cobre, en 1998, de los que, actualmente, también son uno de los mayores fabricantes mundiales. Sobre 1996 lanzaron sus primeros formulados a base de Metalaxil, cuyo uso es muy demandado contra determinadas enfermedades de los cultivos. Pero no fue hasta 2004, con la compra de la planta formulación de fitosanitarios en Cheste (Valencia), cuando su capacidad industrial se vio multiplicada, permitiéndoles ampliar la oferta de productos y servicios a otras compañías del sector. “Nuestra posición de liderazgo y la experiencia a través de los años, nos ha permitido tener un profundo conocimiento del sector y ampliar nuestra oferta a otros productos fitosanitarios como herbicidas, insecticidas, fertilizantes, …, para poder ofrecer uno de los catálogos más atractivos del mercado por su incuestionable calidad, excelentes resultados y una alta compatibilidad, siempre con el máximo respeto por el medio ambiente los productores y consumidores”, añade Jordi Graell, Director General de IQV.
En los dos modernos centros de producción de Mollet del Vallés y Cheste, cuentan con la tecnología más avanzada en formulación y envasado de productos, abarcando la mayoría de los formatos existentes en el mercado. “Por eso, ponemos a disposición de nuestros clientes un servicio totalmente integrado que incluye, entre otros, la compra de materias primas y envases, el desarrollo de la formulación de cualquier principio activo o mezcla, la producción, envasado y almacenaje o la preparación de documentación y envíos de forma totalmente personalizada”, apunta el Director General de IQV.
Más recientemente también han renovado totalmente su laboratorio equipándolo con nuevas tecnologías, punteros sistemas de seguridad y rigurosos controles de calidad para ofrecer un mejor servicio y atender la gran demanda de este mercado. Como bien comenta Graell, “este hecho nos va a permitir obtener la Certificación GLP (Good Laboratory Practice) y así adaptarnos a las exigencias del mercado y cubrir mejor las necesidades de nuestros clientes”.
Gestión comercial e innovadora en auge
Con el fin de expandir su red comercial, IQV se encuentra estrechando lazos con otras empresas de las que puedan salir relaciones provechosas para ambas partes. “Estamos en una dinámica de agilizar los contactos con otras empresas del sector para ofrecerles nuestros servicios y por otro lado llegar a acuerdos de colaboración en la distribución de productos con el fin de rentabilizar al máximo las respectivas estructuras comerciales.
Paralelamente mantenemos una línea de actuación con varias Universidades de cara al desarrollo de nuevos productos y/o aplicaciones agrícolas, con lo que contribuimos a la transferencia tecnológica de los respectivos equipos de investigación”, indica Graell.
Cabe destacar en el campo de la IDi los recientes avances que han tenido en el desarrollo de nuevas aplicaciones a base de Biofungicidas, dando así respuesta a una necesidad cada vez mayor del mercado.
Relación con Quimacova
Para Jordi Graell, la Asociación es un punto de encuentro entre empresas y un medio eficaz de mantenerse actualizado. “Lo que buscamos de la Asociación es, en primer lugar, el poder participar y colaborar (a través de la Comisión Técnica) con el resto de empresas para aportar nuestro know-how, inquietudes y situaciones de nuestro sector y, por otra parte, tener la posibilidad de estar actualizado en materia legislativa, técnica y formativa así como el contacto más directo con la Administración.
La recomendaría totalmente, por los servicios que ofrece en ámbito de actuación legislativa, plan de formación, así como por los diferentes asesoramientos y ventajas disponibles por el hecho de estar asociado”.