El caucho es un polímero (elastómero), formado por largas cadenas de un hidrocarburo elástico, el isopreno C5H8.
En la naturaleza, el caucho surge como una emulsión lechosa en la savia de numerosas plantas, pero también es posible obtenerlo de forma sintética, a través de diferentes procesos industriales con derivados del petróleo.
La principal fuente natural de caucho son las euforbiáceas, aunque también se puede obtener de otras plantas como el ficus o el diente de león común. El caucho se obtiene del látex extraído de las plantas, lo que limita las propiedades del material debido a la aparición de impurezas. También se puede obtener caucho, de manera sintética, a partir de una polimerización de una variedad de monómeros (molécula de pequeña masa molecular), entre los que se incluye el isopreno, el butadieno, el cloropreno y el isobutileno. Estos monómeros pueden ser mezclados en varias proporciones para ser copolimerizado con las propiedades físicas, mecánicas y químicas deseadas.
En la actualidad, se fabrican miles de artículos de caucho para muchos usos: neumáticos y llantas, artículos impermeables y aislantes, en parques infantiles, pistas deportivas, etcétera. Esta diversidad se debe a las propiedades del material, entre las que destacan:
Proceso de vulcanizado
Tanto el caucho natural como el sintético pasan por un proceso de vulcanizado, a través del cuál este se calienta y se le añaden elementos como azufre o selenio. Cuando el caucho se calienta en presencia de estos elementos, las cadenas de poliisopreno que lo conforman se entrecruzan a través de enlaces covalentes de azufre, lo que permite que una cadena pueda realizar movimientos respecto a otra, aunque de manera limitada y no de forma tan libre como en el caucho natural. Este entrecruzamiento le otorga la capacidad de recuperar su forma original tras una deformación (característica de los elastómeros).
Esta técnica fue descubierta por Charles Goodyear, y a pesar de que es la más utilizada, Alexander Parkes desarrolló la técnica de vulcanizado en frío, mediante la cual el caucho se sumerge en una disolución de monocloruro de azufre (Cl2S2).
Técnicas de moldeo
En función del uso final del caucho, este debe pasar por una técnica de moldeo u otra. Las principales son:
Todo estos procesos de moldeo pueden sufrir modificaciones en función de las condiciones en las que se haga, siendo las más habituales:
¿Qué se hace con el caucho que ya ha llegado al final de su vida útil?
A pesar de que el caucho se considera un material 100% ecológico, por ser el único caucho natural del mercado, su reciclado y reutilización es posible, lo que no hace más que afirmar la idea de material ecológico.
El método más común de reciclado para el caucho sintético es la trituración mecánica, que se utiliza como paso previo en los diferentes métodos de recuperación y rentabilización. Supone el corte y desgarro de los residuos de caucho que se pretenden reciclar, usando trituradoras equipadas con cuchillas rotativas. Los trozos obtenidos de los residuos se separan para conseguir los restos más aprovechables, y se utilizan como componentes de las capas asfálticas que se utilizan en la construcción de carreteras, como aislantes de vehículos, material de fabricación de tejados, aislantes de vibración e incluso alfombras.
Gracias a sus propiedades de elasticidad, resistencia y flexibilidad, las utilidades del caucho son numerosas y es utilizado en cada vez más industrias y finalidades diferentes.