Los cosméticos, de acuerdo con el Reglamento (CE) nº1223/2009, son “toda sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales”.
A lo largo de la historia, los cosméticos han ido evolucionando y se han ido creando en diferentes formas:
Todas las fórmulas, tradicionales y actuales, tienen una base común: los principios activos, el excipiente, los aditivos y los correctores. Esto es, principalmente, lo que hay dentro de cada uno de los cosméticos.
Los principios activos son aquellos que hacen la función principal del cosmético (hidratan, regeneran, maquillan…). Estos principios activos pueden ser de origen vegetal, mineral, animal o sintéticos. Los excipientes son las sustancias que se juntan con los principios activos para crear una mezcla apta para el consumo, por ello se les llama el vehículo de los cosméticos y crean su textura (sólido, espuma, gel…). Como excipiente principal se suele usar el agua, pero también se utiliza el alcohol o la glicerina. Los aditivos son sustancias, como los parabenos, los conservantes o los aceites esenciales, que se añaden a la composición para mejorar la preservación, la presentación o el perfume. Por último, también se pueden añadir correctores que mejoran la acidez, el espesor, el olor o la homogeneidad del producto final.
Hoy en día, la tendencia es utilizar productos con etiqueta verde, por ello, los cosméticos cada vez intentan ser más naturales y sostenibles, así, se cuenta con innovaciones como los cosméticos basados en el uso de ingredientes derivados de la biotecnología, moléculas provenientes de plantas o algas, que se han extraído mediante técnicas como la biofermentación. Así se consiguen ingredientes sostenibles redefiniendo el concepto de cosmética.
Por otra parte, el problema del plástico y el agua también nos preocupa a todos, y no menos a este sector. Por ello, otra de las técnicas innovadores es la llamada waterless, que consiste en crear fórmulas que no incluyan agua en su composición. Estas suelen ser más concentradas y necesitan menos conservantes, puesto que el agua es el caldo de cultivo de bacterias y hongos.
En la Comunidad Valenciana esta actividad es relevante, ya que hay más de 200 empresas que tienen su CNAE adscrito a la actividad “Fabricación de perfumes y cosméticos”, representando casi un 20% de la facturación del sector en nuestra región.
Sobre los datos de comercio exterior, en el año 2020, a nivel de importación se importaron más de 140 millones de € procedentes de países como Francia, Alemania y Países Bajos; a nivel de exportación, la Comunitat Valenciana es la segunda CCAA que más exporta este tipo de productos, se exportaron más de 300 millones de € hacia países como Francia, Países Bajos y Australia.