Quimacova
CONSULTA NUESTRO PLAN DE FORMACIÓN (WEBINARS Y CURSOS PRESENCIALES Y ONLINE)
CONSULTA NUESTRO PLAN DE FORMACIÓN (WEBINARS Y CURSOS PRESENCIALES Y ONLINE)
- Reserva tu plaza antes de que se agoten -
MENÚ

Noticias

< Volver

ACTIVIDADES DEL SECTOR QUÍMICO: LACAS

ACTIVIDADES DEL SECTOR QUÍMICO: LACAS
Continuamos con la sección de contenidos acerca del sector químico de la Comunidad Valenciana con la descripción de las actividades que lo componen. Parte 41 – Lacas

Las lacas y fijadores para el cabello son productos cosméticos esenciales en el mundo del estilismo, permitiendo que los peinados se mantengan intactos durante horas. Detrás de su aparente simplicidad, estos productos contienen una formulación compleja con una base química sofisticada. Existen diferentes formatos, como: espumas, geles, cremas y sprays, y cada uno tiene diferentes indicaciones de uso. Su ingrediente principal son los polímeros filmógenos como la polivinilpirrolidona (PVP) o los copolímeros de acrilatos, responsables de crear una película invisible alrededor del cabello para proporcionar fijación y resistencia. Además, suelen contener siliconas para aportar brillo y suavidad, así como resinas naturales como la goma arábiga, que ayudan a mejorar la textura y estabilidad del producto. Muchos fijadores incluyen alcoholes y disolventes para una evaporación rápida y una distribución uniforme sobre el cabello. 

Desde sus orígenes, estos productos han pasado por una evolución significativa. En la antigüedad, los egipcios utilizaban ungüentos a base de grasa animal o ceras de abejas para mantener sus peinados, utilizándose luego vaselinas o aceites. En 1914, en Argentina, se creó la "gomina" como marca registrada, un fijador en base acuosa que revolucionó el estilismo masculino a base de goma arábiga, tragacanto de Persia y aceites esenciales, dando origen al sinónimo de fijador. Posteriormente, en la década de 1920, se introdujeron productos como el Brylcreem, que ofrecían fijación con una textura más flexible. A partir de los años 50 y 60, la aparición de las lacas en aerosol supuso un cambio radical, permitiendo una aplicación rápida y efectiva, manteniéndose icónica desde el 1972 la Laca Nelly de Laboratorios Belloch.  

Los fijadores para el cabello tienen una importancia cultural en muchos contextos, como en las Fallas de Valencia, donde los intrincados peinados tradicionales requieren una fijación extrema para resistir largas jornadas de celebración. En estas festividades, la laca y los fijadores se convierten en un producto imprescindible para mantener las formas elaboradas de los moños y ondas que lucen las falleras. 

En la actualidad, las tendencias en fijación capilar han evolucionado hacia productos más versátiles, sostenibles y adaptados a las nuevas exigencias del consumidor. La fijación extrema sigue siendo clave en ciertos estilos, pero cada vez se buscan fórmulas más ligeras que permitan movimiento y un acabado natural, como las lacas flexibles y los sprays texturizantes. Además, han cobrado protagonismo los productos sin alcohol, que evitan la resequedad del cabello, y aquellos con ingredientes de origen natural, como extractos botánicos y polímeros biodegradables. La tecnología también ha permitido el desarrollo de fijadores termoactivos, que se activan con el calor de herramientas como planchas y secadores, ofreciendo una mayor durabilidad sin residuos visibles.  

Con el tiempo, la industria ha evolucionado hacia fórmulas más seguras y sostenibles, adaptándose a los avances científicos y tecnológicos. Aún persisten mitos sobre el impacto de las lacas y otros aerosoles en la capa de ozono, pero es fundamental recordar que desde los años 90 estos productos dejaron de contener CFCs y fueron reformulados con propelentes alternativos que no dañan la atmósfera. La química cosmética sigue innovando para ofrecer productos cada vez más eficaces y respetuosos con la salud y el medio ambiente, y evoluciona con el conocimiento tecnológico y científico para ofrecernos los productos más seguros y eficaces posibles. La evolución de los fijadores para el cabello es un claro ejemplo de cómo la industria ha sabido equilibrar las demandas estéticas con la responsabilidad ecológica, apostando por soluciones más sostenibles sin renunciar a la calidad y el rendimiento.