Para muchas personas, una pintura no es más que el color de las paredes de su hogar o el de su coche. Pero es más que solo eso, es un material que pasa por varios procesos químicos con el fin de obtener un sólido al utilizarlo. En la antigüedad, ya se utilizaban pinturas con componentes naturales como el óxido de hierro o el negro del humo. Hoy en día, existen numerosos componentes para darle plasticidad, viscosidad y diferentes colores a las pinturas.
Según el uso que le queramos dar, existen dos grandes grupos de pinturas: las pinturas de protección o imprimación, que se utilizan para proteger, y las pinturas decorativas que se utilizan para embellecer.
Por ello, según su uso final, las pinturas utilizan cientos de materias primas, pero en líneas generales, una pintura se compone de pigmentos, resinas o aglutinantes, aditivos y disolventes.
Los pigmentos son partículas sólidas que aportan color, opacidad y cubrición. También se incluirían los antioxidantes. Las resinas son partículas líquidas que aglutinan los pigmentos y se pegan formando una película protectora e insoluble en agua. Hacen la función de cola y le dan brillo a la pintura. Los disolventes son los productos líquidos que dan la viscosidad adecuada a la pintura. Cada vez se utiliza más el agua como disolvente para hacer la pintura más ecológica y evitar los disolventes altamente contaminantes.
Como se puede comprobar, el universo de las pinturas es muy amplio y está en continuo cambio. Se han creado incluso pinturas con cloruro de alquil dimetil bencil amonio como principal ingrediente activo, el mismo que se usa frecuentemente en desinfectantes y limpiadores, para acabar con bacterias del entorno como el e. Coli o los estafilococos.
Una de las innovaciones más importante en este sector es la de las pinturas sostenibles, que nos permiten crear espacios más seguros y saludables para las personas a la vez que contribuimos a minimizar el impacto en el cambio climático y la emisión de gases. Por ello, es una de las alternativas que más está revolucionando en el mercado. En ella, los aglutinantes se caracterizan por ser de origen vegetal y el disolvente muchas de las veces es base de agua o sustancias químicas orgánicas con bajos niveles de COVs. Sus ventajas son muy altas, ya que, en algunos casos, que pueden llegar a mejorar el aire de una estancia o hasta depurar el aire en una casa.
Una de las características de la pintura ecológica en el mercado es la etiqueta Ecolabel que garantiza que el producto es de buena calidad y cumple exigentes criterios medioambientales. Para la obtención de esta, se necesitan cumplir rigurosos requisitos como estar fabricada por compuestos ecológicos.
En la Comunidad Valenciana esta actividad es relevante, ya que hay más de 110 empresas que tienen su CNAE adscrito a la actividad “Fabricación de pinturas, barnices y revestimientos similares; tintas de imprenta y masillas”, representando un 10% de la facturación del sector en nuestra región.
Sobre los datos de comercio exterior, en el año 2020, a nivel de importación se importaron más de 145 millones de € procedentes de países como Italia, Alemania y Francia; a nivel de exportación, la Comunitat Valenciana es la segunda CCAA que más exporta este tipo de productos, se exportaron más de 900 millones de € hacia países como Italia, Argelia e India.