El asfalto originalmente fue conocido como bitumen. En la antigüedad, se empleaba de forma cruda y natural, siendo asfalto natural producido del petróleo, utilizado como impermeabilizante y agente ligante.
En la actualidad casi todo el que utilizamos es artificial, formado casi al completo por betún, una sustancia compuesta por hidrocarburos aromáticos policíclicos que se puede obtener de rocas bituminosas naturales, pero en su mayoría se consigue del alquitrán que se produce como subproducto en la destilación del petróleo.
Las mezclas de betún con otros materiales se conocen como mezclas bituminosas, entre ellas el hormigón asfáltico o mezcla asfáltica, una mezcla de asfalto con materiales minerales de diferentes tamaños (grava, áridos, …) que es lo que en realidad se utiliza como pavimento.
Las propiedades del asfalto -el hecho de que sea impermeable, adherente y cohesivo- hacen que sea ideal a la hora de convertirse en el contacto entre las autopistas y los neumáticos.
En materia de infraestructuras su principal uso es pavimentar carreteras, autopistas, autovías y espacios como pistas de aeropuerto. También es frecuente su uso como revestimiento de superficies de canales y presas o para impermeabilizar obras civiles.
El asfalto lo podemos encontrar de varias formas, generándose distintas clasificaciones, entre las que destacan las siguientes:
El reciclado de asfalto es una de las técnicas presentes en el sector de la construcción, sobre todo vinculado a la creación y reparación de carreteras. Se realiza sobre aquel que se ha deteriorado con el paso del tiempo o que se ha tenido que retirar por diferentes motivos.
Dependiendo del estado del asfalto, se utilizará un proceso u otro de reciclado. Si está excesivamente deteriorado, su reciclaje se realiza normalmente in situ, separando el material para luego mezclarlo con un ligante asfáltico. El asfalto que está menos dañado se transporta a una planta específica donde, mediante una técnica en caliente, es posible crear una nueva mezcla bituminosa.
En la actualidad existe un campo de innovación muy amplio donde se persigue el uso de asfalto reciclado para calles urbanas, plazas de garaje, aceras, y áreas verdes peatonales.